El Gobierno Electrónico es una de los conceptos que se han venido dando en los últimos años, y cuya importancia radica en su capacidad de generar rapidez y transparencia. En esta oportunidad vamos hablar sobre el mal que ataca directamente el concepto de gobierno electrónico: la burocracia.
Para entender el porqué es el “cáncer” de la administración pública, debemos remontarnos a su concepto etimológico: Bureu (escritorio) y Khratos (gobierno), o sea el gobierno del escritorio, de los papeles. Max Weber nos habla de una élite distinta, y explicaba que la burocracia es el ideal de organización (hoy podemos decir que estaba equivocado).
El tiempo ha demostrado que el “gobierno de los papeles” genera retraso y pérdida de tiempo a los usuarios. Hoy la salvación, sin lugar a dudas, es el gobierno electrónico quien dejará en desuso a esta “élite distinta” y así le ahorrará tiempo a los usuarios, además de generar desarrollo a nuestros pueblos.
Países como Colombia están un paso adelante de nosotros. Ver cómo ha ido evolucionando y aplicando las TIC en sus políticas de gobierno nos indican que ese es el camino a seguir. Un claro ejemplo de estas políticas es el ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, quienes a través de su programa Vive Digital van insertando a la ciudadanía al uso de las diversas herramientas digitales.
En Brasil han preparado el Plan de Acción para un Gobierno Abierto, cuya finalidad es incentivar a los organismos públicos a hacer uso del gobierno electrónico y, por ende, acabar con la burocracia; para ello han modificado sus leyes y han fortalecido a los organismos reguladores.
Como vemos, este es el camino a seguir. Solo de esa manera tendremos un país sin corrupción, un país que se desarrollará en todos los niveles mediante la aplicación de la tecnología para la mejora de los servicios impartidos por el Estado hacia los ciudadanos.